Harari, la dieta mediática y el poder de las historias
El historiador y ensayista da con tres claves esenciales para entender cómo hay que informarse y comunicar en esta vertiginosa década que vivimos.
Muy recomendable la entrevista que le hace Jesús Ruiz Mantilla en el diario El País al historiador y ensayista hebreo Yuval Noah Harari. En ella, uno de los divulgadores más aclamados y leídos de los últimos reflexiona sobre los conflictos que nos asuelan y sobre los desafíos globales a los que nos enfrentamos, pero también sobre aspectos ligados a cómo nos informamos y cómo comunicamos a través de las historias que nos contamos que quería trasladaros en esta newsletter.
Voy con algunas de ellas.
▶️ Dieta mediática: “Parte del problema de hoy es que nos hallamos enfangados en una cantidad de información que no podemos procesar y la mayoría de esta, con la que nos alimentamos, es información basura. Como ocurre con la comida, nos estamos atiborrando de información basura. Necesitamos una dieta. Debemos medir las raciones de información que ingerimos”.
▶️ El poder de las historias. “Somos una especie acostumbrada a las historias, pensamos en esa clave, nos engancha eso, no las estadísticas. Así que si deseas explicar los grandes temas necesitas esas herramientas, las de contar bien historias. Ceñirte a la ciencia y los últimos descubrimientos, pero traducirla a una materia interesante y accesible hasta para los adolescentes”.
▶️ Y el poder del silencio y de la calma: “Demandamos que nuestros líderes empleen todas sus fuerzas en nosotros, pero si ellos carecen de la oportunidad de contemplar y calmarse, no ejercerán bien su trabajo. Me doy cuenta a menudo de que, si no tienes hueco para recrearte en una amplia conversación con ellos, nada bueno ni que merezca la pena saldrá de ahí. Si solo dispones de 20 minutos, no llegas a nada. En cuanto aparece el silencio, se marchan a lo siguiente. Así solo te quedas en los clichés. Las mejores ideas aparecen cuando se presentan esos silencios, cuando te aburres”.
En resumen, consume una buena dieta informativa que te haga conocer mejor los porqués de lo que pasa en el mundo, aprende que el modo de conectar con los demás no es base de lanzarle excels y gráficos sino emocionándoles con las historias que siempre nos hemos contado los humanos los unos a los otros y date un tiempo para salirte cada día del centrifugado mediático que nos obliga a vivir en una aceleración que no tiene explicación.
Buenos artículos, buenas historias y algo de tiempo para degustarlas. ¿A que no es mal plan para ti?