Jeff Bezos: ¿un aliado inesperado de Trump?
Bezos se pasa al bando de los popes tecnológicos que apoyan a Trump o que, por si acaso, prefieren no ensañarse con el republicano no vaya a ser que vuelva a ejercer de presidente de los EE.UU.
Jeff Bezos, editor de The Washington Post, se ha metido en un buen jardín con su decisión de parar el editorial en favor de Kamala Harris que había preparado el equipo redactor de los editoriales de la mítica cabecera norteamericana. A una semana de que los estadounidenses acudan a las urnas, ha frenado el apoyo del rotativo a la candidata demócrata con el argumento de que el periódico tiene que ser independiente y de que sus lectores tienen la capacidad de decidir por sí mismos a quién eligen como el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Bezos es consciente del impacto de su decisión y acaba de firmar un editorial en el que se enreda con excusas como que la gente ya no confía en los medios y que necesita recuperar la credibilidad del periodismo. Pero no ha tenido que ser muy creíble cuando, a la fecha en que escribo este texto, 200.000 suscriptores se han dado de baja del periódico tras conocer la decisión del también dueño de Amazon y un grupo de prestigiosos columnistas de la cabecera ha firmado un artículo en el que rechazan esta presunta neutralidad sobrevenida.
Cito un párrafo que leo en El País del manifiesto publicado por esos nueve columnistas a los que he mencionado: “La decisión de The Washington Post de no dar su apoyo a la campaña presidencial es un terrible error. Representa un abandono de las convicciones editoriales fundamentales del periódico que amamos, y para el que hemos trabajado un total de 228 años. Este es un momento para que la institución deje claro su compromiso con los valores democráticos, el Estado de derecho y las alianzas internacionales, y la amenaza que Donald Trump representa para ellos”.
La supuesta neutralidad in extremis que defiende Bezos no se sostiene de ninguna de las maneras. Los grandes periódicos anglosajones llevan décadas proclamando su apoyo a uno u otro candidato sin que estos apoyos políticos resten o mermen la profesionalidad con la que estos diarios de calidad ejercen la crítica del poder establecido. Es muy difícil, por tanto, creer que Bezos ha descubierto en el último minuto que debe ser imparcial por el bien de la democracia. Más si cabe cuando sabe que así beneficia a un tipo que su periódico considera que es un peligro para la democracia.
¿Qué ha pasado entonces? Aún no lo sabemos, pero no descartemos que Bezos se haya puesto del lado de otros popes tecnológicos como Peter Thiel o como Elon Musk, este último desatado en su campaña en favor de Trump hasta el punto de poner X al servicio de la causa.
¿Por qué? La administración de Biden se ha convertido en azote de las tecnológicas gracias a la acción decidida de la presidenta de la Comisión Federal de Comercio Lina Khan, muy conocida por su tesis contra Amazon y que llevó a Bezos a comparecer en el Congreso a que justificase sus conductas monopolísticas.
¿A quién pensáis que prefiere el dueño de Amazon y del Washington Post? ¿A una presidenta demócrata que puede seguir apretando a las tecnológicas o a un presidente republicano con el que se peleó en anteriores campañas pero que, ahora, promete eliminar las cortapisas impuestas al inmenso poder de estos portaaviones digitales?
Como sabéis cuál es la respuesta, entenderéis mejor lo que ha pasado con el Post y comprenderéis que si un señor feudal de internet se queda con uno de los periódicos más prestigiosos del mundo, a la larga lo va a poner a su servicio y no al de sus lectores, como estamos comprobando estos mismos días.
Creo que Bezos se ve venir un triunfo de Trump y, en este caso, está actuando como empresario de la plataforma de e-commerce más grande de occidente, no como ceo de un medio de esta jerarquía y tradición. Es decir, él mismo vive un conflicto de intereses por sus dos roles y ha optado por darle prioridad al universo Amazon, con el deterioro de la marca y los valores del WP que eso implica