Por qué leer libros largos es una buena inversión
El informe PISA sostiene que los chavales que leen libros de más de cien páginas aventajan en aproximadamente un curso académico a los que no lo hacen.
Firma el periodista Ignacio Zafra en el diario El País una pieza en la que da cuenta de unos datos del informe PISA que sostienen, y cito textualmente, que los adolescentes que leen libros de más de cien páginas llevan una ventaja equivalente a aproximadamente un curso académico en comprensión lectora a quienes no lo hacen, después de descontar el nivel sociocultural y económico de su familia, que es lo que más influye en su rendimiento académico.
Pero hay más ventajas. En el artículo se incluyen declaraciones de Miyako Ikeda, una de las responsables de esta evaluación educativa de la OCDE, que advierte de la importancia de la lectura tradicional “porque los estudiantes que obtienen una alta puntuación en PISA son aquellos que están leyendo textos más largos. Y al mismo tiempo son los que hacen mejor cosas que son muy importantes en el mundo digital, como distinguir hechos de opiniones y conciliar información de fuentes distintas, como la que puede encontrarse en dos páginas web”.
Se me ocurren cuatro consideraciones que hay que recordar día tras día.
En un mundo de mensajes cortos y compulsivos en redes sociales que atrapan (y destrozan) la atención de los más jóvenes, la lectura de textos largo se erige como la mejor manera de escapar del aturdimiento colectivo y el mejor modo de formarse en las habilidades críticas que luego les permitirán a estos chicos ser más ciudadanos que consumidores. Leer te hace comprender mejor. Y si comprendes mejor, será más difícil que te manipulen.
Esta recomendación para los jóvenes vale también para los más mayores, incluidos esos baby boomers que aparcaron los libros y se entregaron al scroll de sus pantallas con la misma pasión adictiva con la que lo hacen los niños y niñas de 14 o 15 años.
La lectura es un placer, una afición que gratifica. Pero aquí quiero que entendamos que, más allá de lo que nos gustar, entretener o informar, la lectura, y la lectura de textos largos, se empieza a convertir ya en un ejercicio de rebeldía en el que nos negamos a llenar nuestras 24 horas del día con una dieta de pantallas que termina por atontarnos, por embrutecernos y, a veces, hasta por convertirnos en unos zombis capaces de cruzar un semáforo en rojo mientras estamos absortos en nuestros teléfonos.
Y si no lo queréis ver así, al menos quedaos con la parte más práctica del asunto. Como se subraya en el artículo que os he mencionado, leer te hace ser mejor que tus compañeros en una habilidad tan esencial para la vida profesional como el de la comprensión lectura. ¿Quieres contar con esa ventaja para que te vaya mejor? Pues la solución es fácil. Lee. Invierte en leer. Y ya verás que de algún modo te va a rentar.
Si, le pasé la noticia a mi hija pequeña, que ha descubierto los libros 📚!!!
¿Se considera largo a partir de 100 páginas? Yo diría que largo es a partir de 300...