Qué pasará cuando la inteligencia artificial ya no sufra de ‘alucinaciones’
Los errores de las aplicaciones de IA no deben relajarnos. Más pronto que tarde, sus textos serán idénticos a los de cualquier ser humano
Uno de los conceptos que nos hemos acostumbrado a escuchar cuando atendemos a lo que está pasando con la inteligencia artificial es el de las alucinaciones. Se denomina a así a las respuestas disparatadas que ofrecen aplicaciones de IA a algunas de las preguntas que se le hacen a los algoritmos. Por ejemplo, cuando GPT se ‘inventa’, con todo el desahogo algorítmico del mundo, una respuesta que es falsa o que todos sabemos que carece de fundamento, que no se sostiene ni aunque la veas con los mejores ojos.
Estas alucinaciones tienen un efecto placebo en la industria de la comunicación, del periodismo y de tantos otros oficios en los que el valor añadido de sus profesionales reside en su capacidad de poner en pie un escrito, un texto, un discurso o cualquier otro documento que requiera tanto de creatividad como de una puesta en escena rigurosa y basada en datos veraces.
¿Por qué? Porque se tiende a pensar que si los algoritmos de GPT y otras herramientas cometen errores de un calibre tan grueso y mienten con un descaro que parece más propio de un humano que de un algoritmo, no hay nada que temer. Nuestros lectores, clientes y usuarios preferirán siempre la seguridad de la redacción de un humano antes que la inseguridad de un robot que parece diseñado por el pequeño Nicolás.
Si piensas así, cometes un error. GPT no es como el hombre o la mujer que reincide siempre en el mismo fallo. Es una selección de algoritmos entrenados para aprender de sus errores y para mejorar de forma continua. Por seguir con el mismo ejemplo de GPT, el que usas hoy es mejor que el de hace un año. Y el que usarás dentro de doce meses será mejor que el actual.
Qué va a pasar, entonces, dentro de no tanto tiempo. Pues que estas herramientas de inteligencia artificial aplicadas a la escritura de textos cometerán menos errores y menos ‘alucinaciones’ y, por tanto, ya no podremos relajarnos pensando que nadie va a optar por una máquina antes que por un ser humano si resulta que la primera puede escribir incluso mejor que el segundo. En suma, si ha encontrado una cura para sus ‘alucinaciones’.
Una recomendación, pues. No minusvalores lo que está pasando y prepárate para usar lo mejor posible estas herramientas y ‘ponerlas de tu lado’.
El impacto de la IA en algunas de nuestras profesiones creativas será profundo. Y quien las desdeñe o piense que estas máquinas nunca van a estar a la altura de un ser humano, perderá valor y capacidad competitiva en el mercado y se comprará unas cuantas papeletas para perder su empleo.
Las alucinaciones terminarán. La IA se refinará y mejorará. Y a nosotros nos pasará como a tantos otros que han vivido ya alguna disrupción que ha roto los paradigmas del mercado y de la sociedad. Nos dividiremos entre quienes sepamos usarlas y quienes no seamos capaces de sacarle todo el potencial que se presume.
Piensa en qué lado quieres entrar. Y actúa…ahora que estás a tiempo.