Si tienes miedo a la desinformación, agárrate a los (buenos) medios
La desinformación alcanzará en breve un grado de eclosión gracias a la inteligencia artificial y los medios de comunicación tendrán que multiplicarse en su papel de verificadores de la verdad.
El Foro Económico Mundial reunido en Davos (Suiza) ha hecho público un informe en el que declara que la desinformación es, con el cambio climático, el gran desafío al que se enfrenta el planeta en este 2024, un año marcado por la polarización que se adueña de la escena política de decenas de países.
La crecida del miedo a la desinformación es paralela a la eclosión de las herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial.
Sabíamos que este momento llegaría.
El escenario político en casi que cualquier punto del globo sufre la degradación propia de las sociedades donde el debate cada vez es más emocional y menos racional y donde la discusión crítica se sustituye por la ‘hooliganización’.
Es el triunfo del pensamiento binario: o estás conmigo o estás contra mí. Un triunfo que se cimenta sobre las emociones primarias más negativas: el odio, la ira y la indignación.
Donald Trump es el ejemplo paradigmático, pero sólo es uno de ellos. Nos hemos acostumbrado en demasiados sitios a que la conversación pública se degrade y a que se acepten como argumentos las consignas más mediocres y también las más abyectas.
Desde no hace ni una década, asistimos al mayor vertido tóxico de desinformación de la historia de la humanidad gracias, entre otras razones, a la laxitud con la que las plataformas sociales han permitido que se multiplique el volumen y la velocidad a la que se distribuyen las noticias falsas.
Y, ahora, asumimos que esta industria de las infamias ‘saca al mercado’ un producto imbatible: las falsedades diseñadas con inteligencia artificial. Ya no se va a tratar de que echemos unas carcajadas porque veamos a Chiquito de la Calzada o a Leonel Messi hablando en algún vídeo en el mejor inglés de Shakespeare. Ahora vamos a ver a dirigentes políticos y sociales diciendo cosas que jamás han dicho y haciendo cosas que jamás han hecho.
Bienvenidos al reino de las infamias virtuales. Un Estado profundo dentro del Estado que corroerá por completo la confianza que sustenta nuestras instituciones democráticas si no somos capaces de consolidar de nuevo los diques de contención que frenarán la expansión de las inmundicias.
Esos diques, mal que le pese a unos cuantos desnortados que siguen creyendo ingenuamente en el libertarismo de las redes, serán en este 2024 y en adelante los medios de comunicación, las organizaciones periodísticas que sean capaces de consolidar sus modelos de negocio para combatir editorialmente la pandemia de bulos, infamias y mentiras que soportaremos con la llegada de la IA.
No estoy haciendo un ejercicio de alarmismo barato. Las ‘AI fake’ ya están aquí. Y ya os aseguro que se van a usar en la política como en tantos otros ámbitos donde haya alguien dispuesto a utilizarlas.
Así que no nos equivoquemos: o nos ponemos del lado de los medios, dándoles nuestra confianza, y contribuimos a su sostenibilidad, pagando por ellos si es necesario, o nos vamos a encontrar con que apenas habrá organizaciones con capacidad para hacer frente a esta pandemia. Y cuando eso pase, ya será muy tarde para lamentarlo.