Un 'borrador de angustias' para cuando te toque hablar en público
Hay que romper el bucle tóxico del miedo escénico: si piensas que te vas a poner nervioso cuando hables en público...te vas a poner nervioso cuando lo hagas.
Cuando se trata de superar el miedo escénico, siempre me acuerdo de tres ideas que debemos tener a mano para evitar la clásica profecía autocumplida de estas ocasiones que sostiene que si piensas una y otra vez que vas a ponerte nervioso cuando debas hablar en público…te pondrás nervioso cuando lo hagas.
Recuerda que no has venido al mundo a sufrir. No hace falta que te flageles. Deja para otro momento las mortificaciones. Párate un momento a pensar en cómo te estás torturando y asume que no hay razones objetivas para regodearte en tu sufrimiento.
El mundo entero no está pensando en ti. La turba no asaltará los palacios de invierno porque tú te hayas podido equivocar, porque te haya temblado algo la voz o porque se haya notado que lo estás pasando mal. Relativiza, que tu falta de pericia a la hora de hablar en público no va a abrir telediarios ni se va a hacer viral en Tik Tok.
Si lo anterior no te vale, haz un simple ejercicio mental: piensa en una goma de borrar. Cada vez que te asomen pensamientos negativos sobre lo mal que te va a salir tu charla o tu intervención en medios, bórralos de tu mente. Y si no te vale con la goma, usa una brocha. Y si tampoco te vale, pégale una patada mental a ese mal rollo que te corroe. Cortocircuita tu angustia.
Me podrás decir que esto tampoco tiene porqué ser eficaz para disipar miedos. Es evidente. Tanto como que hay otros métodos para mitigar temores y temblores y mejorar tus intervenciones.
Pero de lo que hablo aquí no es de esas técnicas para hablar en público, sino de la desdramatización de este miedo escénico, la ruptura de ese bucle tóxico en el que se meten sin remedio quienes sufren estos miedos.
Y esa desdramatización parte de una premisa: no pasa nada por equivocarte, no te van a condenar a trabajos forzados ni te van a lapidar en una plaza pública. No ‘inviertas’ en toxicidad permitiendo que tu mente te juegue una pasada tan angustiosa. Borra como te venga mejor esos malos pensamientos, rrelájate, visualiza que lo vas a hacer muy bien…y hazlo tan bien como tú sabes.