Dale una oportunidad a la lectura en papel
La mayoría de las veces que crees estar leyendo en internet, en realidad sólo estás navegando por la red. No eres capaz de leer concentrado y enfocado, Y esta debilidad se te vuelve en contra.
No te confundas. La mayoría de las veces que crees estar leyendo en internet, en realidad sólo estás navegando por la red. Y por mucho que te quieras engañar a ti mismo, sabes que no es lo mismo leer que navegar. A efectos de concentración, hay entre ambas prácticas tanta distancia como la que hay entre un equipo de Champions y otro de segunda división.
La lectura en papel propicia un estado de concentración mayor que el de una pantalla, aunque sólo sea porque se trata de un objeto que no ofrece tantas distracciones como el móvil. Si lees en papel, te dedicas a leer en papel. No hay enlaces, no hay anuncios que te salten a los ojos, no interrumpes la lectura a cada instante para mirar un mensaje de whatsapp o para echarle un vistazo a tu cuenta de Instagram. Te enfocas y tu lectura es más atenta, más profunda y más sostenida en el tiempo. Aguantas más tiempo delante del libro o del periódico.
La lectura en pantallas, en cambio, es, por lo general, una lectura más espasmodica, de titulares, una lectura superficial de quien navega y se para a pisar algún charco, pero sin el ánimo de profundizar en él. Es un práctica que se acerca más al escaneo de un documento que al de una lectura sosegada y su resultado es, por tanto, distinto. No es que no importe aquí que te interrumpan, es que estás deseando que te interrumpan porque tu cerebro está entrenado para las distancias cortas de los mensajes que se escriben en redes y canales de mensajería directa.
Yo leo muchísimo en pantallas y seguiré haciéndolo, pero sin engañarme. Después de una lectura más o menos enfocada surgen ideas, teorías y narrativas que conectan entre sí. Pero después de la visión escaneada de un texto apenas hay poco más que respuestas emocionales, como por ejemplo puede ser el responder a un tuit o a una foto con un emoticono o con un like. Y esto empobrece a quien sólo digiere pantallas.
Por eso, te recomiendo que hagas un esfuerzo y te propongas leer más en papel. Por ti y por quienes te rodean. No te pido aquí nada heroico ni titánico. Sólo que incorpores algún hábito que te permita integrar esa lectura en tu día a día.
Da igual cuál sea ese hábito. Puede ser adquirir la costumbre de leer unas cuantas páginas antes de irte a dormir o después de comer cómo puede ser coger el hábito de mete un libro en la mochila para rellenar estos tiempos muertos que encuentras en la sala de espera de un médico o de una peluquería o, qué sé yo, esos ratos que pasas montado en un vagón de Metro. Lo importante es que le des de nuevo una oportunidad al papel. Te puedo asegurar que, si lo haces, no te arrepentirás.
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Juan Carlos, pero entonces ¿qué hacemos en Substack?
Prácticamente todo lo que leo lo hago en papel, pero tengo que admitir que aquí encuentro cosas muy muy muy interesantes.
Solo tengo un problema: todos lo que leo se pierde en un río digital y me es prácticamente imposible conservarlo o almacenarlo, mientras que mis lecturas en papel quedan para siempre en un lugar accesible.
Periódico 📰 en el bar y luego Substack?