Menos tuits y más conferencias
Necesitamos ir a más conferencias, leer más libros y artículos de periódicos, ver más documentales... y recortar el tiempo que dedicamos como yonquis a 'vivir' en X, en Instagram o en Tik Tok.
Pasé el mediodía del lunes disfrutando de un buen almuerzo y compañía en el hotel Alfonso XIII de Sevilla mientras escuchaba una conferencia sobre la situación de Europa y de España que ofrecía Juan María Nin, presidente del Círculo de empresarios, invitado por la Fundación Cámara de Comercio de Sevilla a una de sus habituales charlas-coloquio.
Os estaréis preguntando que para qué os cuento esto y qué tiene de especial más allá de que disfruté del rato que eché allí. Pues bien, si me apetece contarlo es porque mientras escuchaba la aclaratoria exposición de Juan María Nin sobre el momento que vive el mundo, se me vino a la cabeza que quizás nos vendría mejor a todos parar un poco el ritmo vertiginoso de nuestro consumo informativo, repleto de tuits, titulares y eslóganes, y dedicar parte de nuestro tiempo a digerir buenos contenidos que nos ayuden a comprender el mundo como los que estaba describiendo este ex directivo de banca y tantas otras cosas más.
No sé si pensáis lo mismo, pero a veces tengo la sensación de que tanto vértigo informativo nos empobrece.
Saltamos de uno a otro tema con la ansiedad del que quiere estar a la última, quedándonos con la espuma de algunos titulares y de opiniones y juicios de valor que no pasan de ser berridos sectarios que se escriben con el hígado.
Y se nos olvida que lo importante necesita su tiempo, que si queremos saber no nos podemos quedar en la tierra de los zascas y de los mensajes que caben en dos líneas y que si queremos comprender, hace falta también escuchar al que más sabe y no al que más grita.
Por ser gráfico, lo que pensé es que necesitamos ir a más conferencias, leer más libros y artículos de periódicos de calidad, ver más documentales y, por supuesto, recortar el tiempo que dedicamos como yonquis a nutrirnos de los mensajes adictivos que recibimos en redes como X o Tik Tok.
Me podréis decir que en esas redes también podemos encontrar contenidos de calidad y tendréis razón (yo, de hecho, soy de los que le saca mucho partido a redes como X), pero es que cada vez cuesta más encontrar esas buenas piezas en la piscina de fango algorítmico de estas plataformas y, si se encuentran, suelen ser píldoras mínimas que, a lo sumo, provocan un efecto placebo: te hacen pensar que estás informado cuando no lo estás.
Por eso, os animo a que leáis más, pero también a que escuchéis más, a que veáis más y a que vayáis a más sitios a empaparos de lo que dicen quienes más saben porque saldréis ganando con el cambio.