La eliminación de los tiempos muertos
La pantalla nos ofrece tanto entretenimiento en tiempo real que ya no tenemos por qué aburrirnos durante nuestros tiempos muertos. Te pregunto: ¿y acaso esto es bueno para ti?
Vas al supermercado y miras los últimos tuits antes de pasar la leche y la fruta por la caja registradora, acudes a la farmacia y le echas un ojo a unos cuantos reels de instagram mientras esperas a que te despachen las pastillas para la alergia y te vas luego a casa y le echas un vistazo al whatsapp cada vez que se interrumpe el juego en el partido de fútbol que estás viendo en la televisión.
Ya no quedan tiempos muertos. Los hemos eliminado de nuestras vidas. La pantalla nos ofrece tanto entretenimiento en tiempo real que ya no tenemos por qué aburrirnos durante esos tiempos muertos que antes nos resultaban tan plomizos.
Se supone que esto es una ventaja, un avance, pero me cuesta verlo. O mejor dicho, me cuesta no ver las contraindicaciones de este uso abusivo de nuestros dispositivos.
Por lo pronto, porque eliminar la posibilidad del aburrimiento no es tan bueno como algunos han pregonado cuando cantaban las excelencias de esta era del entretenimiento 24/7.
Si no te aburres un poco, no te paras a pensar. Y si a eso le añades que tampoco te paras a pensar en tantas otras tareas que ahora ejecutas con la ayuda de una inteligencia artificial, tú me dirás si no te estás convirtiendo en alguien que ha declinado la posibilidad de usar su cerebro para algo más que no sea ir pasando compulsivamente vídeos y fotos en una pantalla de cinco pulgadas.
No me voy a poner cebolleta, pero si me has leído por aquí o le has echado un vistazo al libro de ‘La tiranía de las naciones pantalla’, que he escrito y que ha publicado la editorial Akal, sabrás que en esto soy beligerante: no podemos mejorar si nos comportamos en todo momento como zombies adictos a la dopamina, incapaces de desconectar ni por un momento de su teléfono móvil.
Siento decíroslo, pero si sentís la necesidad perentoria de sacar el teléfono, qué sé yo, cuando estás conduciendo y el semáforo se pone en rojo. es que tenéis un problema de enganche muy serio. Y, ante eso, mejor que empecéis a hacer algo para atajar el problema como, por ejemplo, no usar el móvil cuando estás en la cola del supermercado o de la farmacia.
Puedo hacer una pregunta ❓