Stop Zuckerberg
Un documental que emite Movistar indaga en la irresponsabilidad clamorosa del dueño de Facebook, Instagram y WhatsApp, pero también de cómo logra esquivar la regulación para ser aún más poderoso.
Acabo de ver el documental sobre Mark Zuckerberg producido por Sky y que se emite en España en Movistar. La mayor parte de quienes intervienen en el programa retratan a un visionario de internet, pero también a un libertario que dirige su empresa como una monarquía absoluta y que demuestra una falta de empatía que está en la raíz de los terribles desmanes que ha cometido Facebook, ahora Meta, en sus veinte años de historia.
El documental aporta poco que no se sepa, pero nos ofrece una buena visión de conjunto de un soñador que quiso conectar el mundo y terminó creando una máquina que manipula y daña la salud mental y democrática de millones de personas como ‘efecto colateral’ de su negocio de publicidad programática.
Indaga en la irresponsabilidad clamorosa de una empresa que ha usado datos personales de millones de personas para ganar dinero vendiendo anuncios, pero que también ha pasado olímpicamente de preservar la privacidad de sus usuarios, les ha expuesto a la peor plaga de noticias falsas que ha existido nunca y ha permitido en sus muros discursos de odio que han socavado nuestras democracias y, como en el caso de Birmania, han alentado genocidios como el que sufrieron los rohyna.
Meta encierra en sí misma una enorme paradoja. El 49% de la población mundial usa los productos de Zuckerberg. Es decir, uno de cada dos habitantes del planeta navega con frecuencia por ese triángulo algorítmico de las Bermudas que forman Facebook, Instagram y Whatsapp. Pero los estados democráticos siguen sin pararle los pies a este señor feudal de las empresas tecnológicas. Y nosotros mismos no somos capaces de desengancharnos de sus productos. Nos mueve la necesidad de seguir donde está la gente.
Pero si alguna conclusión se extrae de este documental, como de tantos otros programas, artículos periodísticos y libros que están saliendo estos últimos años, es que hay que hacer algo con Meta y que el sueño libertario de estas tecnológicas que nos prometieron un paraíso detrás de una pantalla se ha convertido en una pesadilla adictiva que hay que frenar de alguna manera.
Si puedes, échale un vistazo al documental. Y, luego, pregúntate si no sería más conveniente ir limitando tu consumo de Facebook y de Instagram.
Si no fuera por WhatsApp 😔 me olvidé de su imperio