Dos fotos, cinco años y la nueva obediencia ciega de los señores de internet a Donald Trump
Los magnates de las tecnológicas han pasado de comparecer en el Congreso de los EE.UU por sus prácticas abusivas a ser invitados de honor en la proclamación de Trump.
Quiero que observes las dos imágenes que te muestro a continuación porque tengo la impresión de que dibujan, unidas, el gran cambio que estamos viviendo con las plataformas tecnológicas con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Qué diferencia, ¿no?
Entre ambas imágenes hay casi cinco años.
En la primera, la de la izquierda, se ve a Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta) , Tim Cook (Apple)y Sundar Pichai (Google) declarando por videoconferencia (fue en la época del Covid) en una sesión del subcomité antimonopolio del Congreso de los Estados Unidos que tuvo lugar el 29 de julio de 2020. Los cuatro ejecutivos testificaron como parte de una investigación sobre prácticas anticompetitivas de sus empresas tecnológicas que, se pensaba entonces, formaba parte del intento de la Administración de Joe Biden de pararle los pies a estos oligarcas tecnológicos y frenar sus innumerables abusos. En la segunda se ve a tres de esos comparecientes, en enero de 2025, en orden de prietas las filas ante el nuevo jerarca de la nación más poderosa de la tierra.
Con Donald Trump, el giro es de 180 grados. El presidente de los Estados Unidos quiere a los dueños de los algoritmos que gobiernan el mundo comiendo de su mano. Y éstos están dispuestos a hacer lo que haga falta a cambio de estar bajo su manto protector, un manto en el que no se habla de sanciones millonarias o de trocear empresas que ya son más grandes que la mayoría de los países del planeta. Un win to win de libro en el que quienes pierden son los ciudadanos, convertidos en meros productos de las inmensas maquinarias de estas tecnológicas que manejan patentes virtuales de corso.
Sólo hay algo positivo en este nuevo reordenamiento del mundo. Los grandes popes tecnológicos ya no engañan a nadie. Venderían a sus familiares si con eso mejoran sus cuentas de resultados, así que imaginaos el aprecio que le tienen a las democracias liberales, el interés que pueden poner en proteger sus principios y valores y, eso sí, las ganas de hacer todo lo que diga Trump a cambio de salvaguardar sus plataformas. Su descaro en hacerlo llama la atención, pero…los negocios son los negocios. La alianza del millonario neoyorkino y los tecnolibertarios ya está aquí. Y promete espectáculo. Estemos atentos.